Oleum Xauen, la revista del aceite

España debería ser reconocida como el primer país del mundo en calidad de sus aceites de oliva virgen extra, pero Italia ha sabido venderse mejor. Cierto es que ha tenido en los EE.UU. una ayuda promocional atípica de algunos padrinos, lo que dificultaba las exportaciones españolas. Pero no cabe echar la culpa de la grave desestructuración del sector en España a ningún tipo de mafia exterior.

Si ustedes preguntan a cualquiera de los miles de productores de aceite en España cuál es el mejor, todos les responderán con pleno convencimiento y orgullo que ese es el suyo. Tradicional. Centenario. Manufacturado. Hecho en casa. Una delicia. Pero sin ningún valor añadido de marca, envasado y embalaje. La gran mayoría lo venden a granel a grandes marcas, a precios ruinosos.

Pero incluso con mayor valor añadido y la más alta calidad, los productores españoles tendrían otro hándicap: fuera de nuestras fronteras valoran gustos más neutros y muchos rechazan los ricos matices de nuestras producciones. La mera sugerencia de suavizar el sabor pone en pie de guerra a nuestros olivareros, orgullosos de su aceite.

El periodista Asensio López lleva casi ocho años editando semestralmente desde Jaén “Oleum Xauen”, una revista que marca a los productores el camino que el ministerio de Agricultura debería haber impulsado desde hace lustros. Otras empresas españolas, como GoikoEssen, se han empeñado también en lanzar a varios Continentes una producción de marca propia con un alto valor añadido. Los de Hondarribia, que comenzaron hace una década su andadura exportadora en China con vinos españoles, se han especializado ahora en aceite virgen extra de la máxima calidad, que seleccionan en un continuo recorrido por las provincias olivareras.

Es urgente acometer una profunda estructuración de la producción y comercialización de este tesoro patrio, el más valioso del mundo.